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623 399 031Descubre la verdadera historia detrás del sistema operativo más popular y utilizado del mundo: ¡Windows!
Más allá de su gran éxito, Microsoft ha tenido altibajos con cada versión lanzada, algunas incluso fueron consideradas un fracaso total. ¿Recuerdas Windows Vista? Fue uno de los más criticados debido a los cambios introducidos en su interfaz y su rendimiento.
Ahora bien, desde “Mantenimiento Informático” sabemos que la historia no termina ahí, ya que el famoso sistema operativo ha tenido momentos de triunfo y también de controversia, lo que ha dado lugar a la creación de muchos mitos que todavía se mantienen vigentes en la actualidad. Por ello, ¡Es hora de derribarlos!
En este especial, te presentamos los seis mitos más importantes que rodean a Windows y te explicamos por qué no son ciertos.
«¿Windows tiene fecha de caducidad?»
Este es uno de los mitos más frecuentes a la hora de hablar de este sistema operativo. Aún así, a pesar de que hace años podía tener algo de fundamento, el mito de que Windows acaba muriendo por sí solo en uno o dos años ha perdido todo su sentido.
En 1996, el sistema operativo de Microsoft no estaba al nivel que tiene hoy en día, y era propenso a dar errores que no se sabían porqué sucedían. Sin embargo, con el paso de los años, Windows ha evolucionado en términos de estabilidad y vida.
Desde “Mantenimiento Informático” entendemos que en las primeras versiones Windows, era muy normal sufrir pantallazos azules aleatorios con solo utilizar determinadas aplicaciones.
Es más, en aquella época, el sistema operativo no estaba al nivel que tiene hoy en día, y en más de una ocasión tuvo que ser reinstalado.
Ahora bien, con el transcurso de los años, hemos vivido la evolución de casi todas las versiones de Windows, incluyendo las peores, como “Windows Vista” y “Windows 8”. Igualmente, uno de los puntos álgidos lo vivió con Windows 7, que fue la primera nueva versión con la que consiguió batir todo un récord de vida útil antes de sufrir un problema que le obligó a formatear y reinstalarse.
Posteriormente, superó este récord con Windows 10, que ha sido el sistema operativo que más años ha tenido instalado sin sufrir un problema grave.
Por consiguiente, aunque lamentablemente la propia Microsoft se cargó ese récord al liberar una actualización defectuosa que hizo desaparecer sus SSDs, en total habría estado unos cinco años sin tener que formatear o ser reiniciado.
El mito del rendimiento lento de Windows.
En “Mantenimiento Informático” sabemos que una creencia común que no tiene base es la idea de que el uso de una PC durante un período prolongado conduce a una pérdida de rendimiento.
Lo cierto es que con un mantenimiento básico y un uso sensato, se puede evitar tal pérdida de rendimiento. Por ejemplo, “Windows 10” funcionó perfectamente durante unos cinco años sin ningún problema de rendimiento. Para ello, muchos usuarios siguieron los siguientes pasos:
- Usar el sistema operativo con sensatez, sin instalar programas o aplicaciones innecesarias.
- Realizar una limpieza periódica de aplicaciones y archivos no utilizados.
- Optimizar las unidades de almacenamiento una vez por semana.
- Mantener los controladores actualizados, pero solo use versiones estables y maduras sin errores conocidos.
- Instalar las actualizaciones de Windows solo cuando estén pulidas y hayan estado en el canal general durante un período de tiempo razonable.
- Evitar visitar sitios web riesgosos que puedan causar una infección de malware y no use software descifrado o sospechoso.
No obstante ello, si nota un rendimiento lento en su PC, puede deberse a un uso inadecuado del sistema operativo, infección de malware, equipo obsoleto, configuración incorrecta o incumplimiento de los requisitos del sistema; por tanto, lleve su ordenador a un servicio técnico especializado, en este caso puede hacerlo visitando el siguiente link:
«Requisitos de hardware para el sistema operativo».
A pesar de la llegada de Windows 11, el problema con los requisitos del sistema operativo no se debe a que sean demasiado altos, sino a que Microsoft ha querido reforzar la seguridad limitando la cantidad de procesadores soportados y exigiendo el chip TPM 2.0.
Sin embargo, es importante remarcar que muchos procesadores cuentan con una alternativa integrada que permite instalar Windows 11, incluso sin el chip TPM 2.0.
Por lo tanto, hoy en día Windows 11 nos ofrece una buena experiencia a partir de 8 GB de RAM y una CPU de dos núcleos y cuatro hilos, aunque lo ideal son 16 GB y una CPU de al menos cuatro núcleos y ocho hilos.
Un dato a tener en cuenta es que Windows 11 se lanzó en octubre de 2021 y es normal que requiera configuraciones más potentes para ofrecer un buen rendimiento. Aun así, si tenemos un equipo de baja potencia, todavía podemos instalar Windows 10, que sigue recibiendo actualizaciones y funciona bien incluso en equipos modestos.
Por ejemplo, Windows 10 puede funcionar a un nivel aceptable en un PC con 4 GB de RAM, un Core i3 serie 2000 y un disco duro a 7.200 RPM, aunque no podemos esperar un rendimiento de última generación de un equipo que tenga más de 12 años.
En resumen, aunque Windows 11 requiere una configuración más potente, Windows 10 sigue siendo una opción viable para equipos con especificaciones modestas.
«Conoce la verdad sobre la seguridad de Windows».
A pesar de los mitos sobre la seguridad de Windows, usted debe saber que ningún sistema operativo es completamente seguro e inmune al malware. La gran popularidad de ellos ha influido en la cantidad de virus y amenazas de seguridad que se desarrollan para atacarlo.
No obstante ello, Microsoft ha mejorado significativamente la seguridad en los últimos años, especialmente con Windows 10 y 11, que vienen preinstalados con soluciones de seguridad completas.
En última instancia, el sentido común y una buena praxis son clave para la seguridad informática, independientemente del sistema operativo utilizado.
Mito desmentido: La necesidad de reinstalar Windows.
En los últimos años se ha hablado mucho de la necesidad de reinstalar Windows cuando el ordenador anda demasiado lento. Es más, muchos usuarios todavía creen que esta es la única solución para problemas como virus, lentitud o errores graves, pero lo cierto es que reinstalar Windows no debería ser algo frecuente si se hace un uso sensato del equipo y se siguen buenas prácticas de seguridad informática.
A menudo, reinstalamos Windows por pereza o desconocimiento de otras soluciones más sencillas. Lo que usted debe saber es que la reinstalación de Windows debería ser la excepción y no la regla.
«¿Merece la pena pagar por Windows original?».
Desde “Mantenimiento Informático” sabemos que la relación entre piratería y Windows pierde sentido con las licencias OEM más accesibles. Antes, adquirir una copia original de Windows podía ser una inversión costosa, pero hoy en día se puede obtener una licencia OEM por unos 12 a 14 euros.
Por consiguiente, mantener Windows original y activado ofrece ventajas como soporte oficial, actualizaciones seguras y posibilidad de actualización gratuita a una versión superior. Además, evita los riesgos y problemas de los activadores piratas.
(S.M.C)